Alimentación Complementaria 1: Generalidades |

Se denomina ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA a todo alimento distinto de la leche que toma un bebé.

La alimentación complementaria ha cambiado enormemente en los últimos años, ya no se dan fechas y cantidades rígidas a los padres. Cada uno puede ir buscando la “fórmula” que mejor le funcione, teniendo en cuenta, eso sí, algunas ideas generales:

1. DURACIÓN DE LA LACTANCIA EXCLUSIVA.

En niños alimentados con pecho, lo ideal es mantener una lactancia materna exclusiva desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad.

Pasado este período se recomienda introducir los alimentos complementarios por varios motivos:

Es probable que la leche materna no cubra todas las necesidades nutricionales y energéticas del bebé.
Alrededor de esta edad, los sistemas digestivo, inmunológico y psicomotor del bebé ya están preparados para iniciarla.

2. MANTENIMIENTO DE LA LACTANCIA MATERNA.

Lo ideal es mantener la lactancia materna durante el período de introducción de la alimentación complementaria. Para ello, se recomienda seguir con tomas frecuentes y a demanda y en las comidas, dar primero el pecho y luego el alimento complementario.

En el caso de niños alimentados con biberón, deben ingerir al menos 500 ml de lácteos al día.

Es importante recordar que se llama complementaria porque es eso, un complemento. Hasta el año de vida el alimento fundamental del bebé sigue siendo la leche, tanto si toma pecho como si toma biberón. Por eso, podemos tomarnos este proceso con tranquilidad. Si un día sólo toma una cucharada de su comida, no pasa nada, le completas con leche y a volar.

3. PROCESO GRADUAL

La fecha de los 6 meses no es rígida. Hay niños que están preparados para iniciar la alimentación complementaria con 5 meses, y otros no lo estarán hasta los 8 meses. Lo que sí es importante es no introducir nunca la alimentación complementaria antes de los 4 meses, pues el sistema renal, digestivo e inmune del niño están inmaduros y existen riesgos de alergias y otros problemas.

Es un proceso gradual, y no hay que tomárselo como una carrera. Al principio es normal que el niño coma muy poco. Cada niño tiene su ritmo. Hay niños que enseguida se toman cuencos de puré, y otros que hasta los 8-9 meses apenas comen nada aparte de la leche. No pasa nada, no hay prisa.

El objetivo final es que para los dos años el niño ya coma de casi todo, es decir, que tome platos caseros a la mesa con sus padres. Por eso, es una buena idea que la alimentación complementaria desde el principio esté basada en la dieta familiar, si esta es variada y equilibrada, adaptándola siempre a la capacidad de masticar y tragar del niño.